Disfrutamos de una habitación con una terraza enorme y vistas impresionantes, perfecta para relajarnos con un café y ver el amanecer. La cercanía a la playa y los ferrys fue genial, ideal para pasar el día en diferentes lugares. Aunque el hotel es sencillo y no tiene muchos servicios, cumple su función para descansar y disfrutar. 🌅

vistas a la bahía de Santander, proximidad al mar, modernidad en el diseño

La conexión WiFi dejó mucho que desear, como si estuviéramos en 1995!!! Las paredes delgadas permiten escuchar todo, lo que arruina la privacidad. El aparcamiento es caótico y no hay flexibilidad con el late check-out, lo que puede mejorar.

No puedo creer que el hotel tuviera cortinas que dejaban pasar luz por la noche, ¡patético! Además, el comedor tiene cuadros de Franco, muy incómodo. Y para colmo, esperaba un gesto de cortesía por todas estas molestias, como una mejora de habitación, pero nada. De verdad, casi escribo una buena crítica, pero. simplemente no pude.

Cerca de la playa y ferrys. La habitación tenía una terraza enorme con vistas espectaculares. El restaurante es bastante bueno y no hay que ir lejos para cenar, lo que siempre es un bonus.

La WiFi se sentía como si estuviera en 1995, ¡mejor que no me llamen por Zoom!

Las vistas desde la habitación son espectaculares, especialmente al amanecer. La terraza es enorme, perfecta para disfrutar de una buena taza de café mientras se contempla la bahía. La cercanía a la playa y a los ferrys permite explorar lugares cercanos como Santander y Somo sin complicaciones. Además, el restaurante ofrece comidas a precios razonables y el ambiente es bastante agradable.

Conexión wifi

La experiencia en la trainera fue maravillosa. La habitación era grande y hermosa, con vistas impresionantes a la bahía y a Santander. Además, la ubicación es perfecta, a solo 20 minutos de Santander y cerca de Somo. Lo que más me gustó fue el bar-restaurante, donde desayunamos todos los días por un excelente precio. ¡Sin duda volveré!

lo puedo recomendar

Las habitaciones son amplias y tienen una terraza enorme con vistas espectaculares al mar. Disfruté de un café por la mañana mientras contemplaba la bahía. La cercanía a la playa y los ferrys fue genial para explorar Pedreña y Santander sin complicaciones.

No hay muchos servicios.

Este lugar me va perfecto. Tienen WiFi gratis, un bar muy acogedor y un restaurante que ofrece desayunos deliciosos. Recuerdo que en mi primera estancia, el personal me ayudó con recomendaciones sobre la moneda local. ¡Recomiendo disfrutar del café en la terraza! Volveré en unos días.

La habitación contaba con una terraza amplia y vistas a la bahía que hacían que cada café matutino fuera un placer. La cercanía a la playa era conveniente, aunque la escasez de opciones para cenar en los alrededores se hacía notar. La limpieza del lugar era excelente, pero la gestión del aparcamiento en hora punta podría mejorar, lo que complicaba un poco las llegadas. Las mermeladas regionales en el desayuno eran un toque especial que se agradece.

insisto, este lugar es super recomendado for unas vacaciones en la ciudad,

acogedor hotel, fantástica vista, perfecto para relajarse, la habitación era cómoda con muchos enchufes que hacen la vida más fácil y el bar-restaurante ofrece un desayuno delicioso a buen precio.

Nada, todo estuvo bien.

Las habitaciones podrían ser más modernas, pero la vista y la limpieza son excepcionales

limpia habitaciones, bonitas vistas, modernidad falta

las vistas son preciosas y la habitación es espaciosa, pero no hay mucho para hacer.

Ideal para viajeros solos

Las vistas desde la habitación son muy bonitas y se puede ver Santander al fondo. La habitación era espaciosa y limpia, lo que hizo que mi estancia fuera muy agradable.

No era barato, pero vale la pena.